martes, febrero 07, 2006

CAMBOYA II: LAS CHICAS DE COMPAÑIA

Foto: Igor, narizotas italiano y Somnang, su chica de compañia.


Nada mas llegar a Camboya choca, y mucho, ver parejas de narices grandes con camboyanas chiquitas. Realmente es una prostitución atípica. Aunque también se da, ni las putas están recluidas en los putis, ni tienen chulos que las chuleen, ni sus clientes se conforman simplemente con tomar unas copas antes de pasar a la acción.

La mayoría son, más bien, chicas de compañía. La compañía es gratis; siempre y cuando las alimentes y las permitas dormir en tu habitación. Aunque no es necesario, es costumbre comprarles alguna cosita de vez en cuando, generalmente ropa. Luego, si el cliente desea algún servicio sexual, solo tienen que acordar el precio.

Sorprende también el perfil de los clientes. Generalmente son hombres, occidentales, opulentos en ambos sentidos y con una edad que oscila entre los 35 y los 50. Aunque lo cierto es que hay de todo. El perfil de ellas es mas uniforme. Son bastante jóvenes, entre 15 y 25 años diría yo. Aunque si acabas de aterrizar, proveniente de Occidente, pensarías, sin duda, que son bastante mas jóvenes, entre 13 y 20. En cualquier caso, si las preguntas, nunca te dirán su verdadera edad. Sea la que sea, siempre tienen 18.

Por lo general vienen del campo. Sus familias, campesinas, no pueden permitirse mantener a todos sus hijos, así que, llegado el momento, sus propias familias las mandan a la capital a buscarse la vida. Las familias no desean que sus hijas acaben siendo las acompañantes sentimentales de los narizotas, pero éstas, en la mayoría de los casos, no encuentran ninguna otra fuente de ingresos. Por supuesto, la versión oficial es que trabajan en un restaurante o cualquier otra profesión “honrada”. Cuando se lo pueden permitir, mandan dinero a sus familiares. Si sus familias descubren la verdadera profesión de la hija, ésta queda estigmatizada de por vida y generalmente no puede regresar nunca mas a su lugar de origen. Es una experiencia que deben digerir solas.

En mi opinión, los narizotas no son ni pervertidos ni perturbados, son gente falta de cariño. Probablemente no han tenido relaciones emocionales normales desde hace mucho tiempo, bien porque son incapaces, bien porque la sociedad individualista y superficial donde habitan no les ha facilitado ese tipo de relación. Por ejemplo, las tratan, al menos en público, con delicadeza, aparentan que su relación es de lo más normal, se cogen de la mano, se hacen bromitas...etc. A diferencia de la prostitución habitual, están siempre con la misma pareja durante todo el día, y durante toda su estancia en Camboya, incluso si visitan distintos lugares. El idilio termina cuando abandonan Camboya.

El problema es que ellas no hablan ingles y ellos no hablan khemere. Por lo tanto la comunicación es mínima. Se levantan cuando se levanta el narizotas, comen cuando este tiene hambre y se bañan, pasean, o toman cuando su narizotas así lo desea. No parece que estén obligadas (aunque evidentemente lo están) sino que, como cualquier otra pareja que viaja junta, se levantan, comen y se van a la playa de la mano.

La necesidad de dinero de las unas, empobrecidas por las mismas reglas de mercado que enriquecen a los otros, se junta con la necesidad de afecto de los empobrecidos sentimentalmente. La globalización neoliberal, cada vez con mas fuerza, esta creando autenticas reservas de indios. Estos nuevos parias, sin oportunidades laborales normales, se ven obligados a vender su cuerpo, su presencia, su calor, su cariño a los ciudadanos occidentales deficitarios de relaciones emocionales. Las hiper-desigualdades socio-económicas de unos frente a los otros abonan el campo para que este tipo de transacciones emocional-económicas se materialicen. Evidentemente, el hecho de que ambas partes no compartan ni siquiera una lengua en la que comunicarse, convierte a estas camboyanas en auténticos animalitos de compañía. Y digo yo, abstrayéndonos del discurso políticamente correcto que todo el mundo ha aprendido a manejar, desde Bush a Zapatero pasando por Madrazo e Ibarretxe... en términos prácticos, ¿Estaremos retrocediendo a esa época donde ciertos seres humanos no eran todavía reconocidos como tales y por tanto eran sujetos a ser “esclavizables” por las civilizaciones occidentales?